Si las personas fuéramos libros seríamos...

¿Con qué libro identifican sus vidas los lectores? ¿Cuál cambió su forma de ver el mundo? ¿Qué libro serían si, como en la novela Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, las personas fuéramos libros? Estas son las preguntas que la iniciativa Tu vida en un libro, organizada por Escuela de Escritores, planteó a los internautas hispanohablantes y que se cerró ayer con la aportación de 412 obras de la literatura universal que, de alguna forma, cambiaron la vida de sus lectores.

Tu vida en un libro proponía a los participantes que eligieran el libro que les definía como personas y que argumentaran su elección explicando cómo se habían visto reflejados en sus páginas o de qué forma su lectura les había influido.

El libro en el que más participantes se encuentran retratados fue El principito, de Antoine Saint Exupéry, seguido por Rayuela, de Julio Cortázar:

http://www.escueladeescritores.com/modules.php?name=Actividades&file=listar-libros&titul=Rayuela

De Informativos.net, martes 22 de abril de 2008.

El gran Georges Perec

Preocupada únicamente por sus grandes mayúsculas (la Obra, el Estilo, la Inspiración, el Genio, la Creación, etc.), la historia literaria parece ignorar deliberadamente la escritura como práctica, como trabajo, como juego.

Georges Perec. "Histoire du lipogramme". En "La littérature potentielle". Gallimard, Paris, 1973. Tomado de Verbalia, por Màrius Serra. Ediciones Península. Barcelona, 2000.

Capítulo prescindible

Los curiosos y los fieles al lugar habrán observado que, en ese cajón desastre mínimamente organizado que es el margen de todo blog, y que no es una excepción en éste, yo he alojado ese servicio de Google News que tanto bien nos hace pero al que aun le queda tanto por aprender acerca de nuestro querido Julio. Nos da sorpresas con algún que otro buen artículo o actividad, sería tan desagradecido por nuestra parte no reconocerlo…, pero nos confunde con sus extrañas mezclas y caprichos, y cualquier actividad emprendida por los reconocidos abogados y ex ministros Julio Héctor González y Paula Cortázar, con despacho en Asunción, encontrará sin duda su eco puntual en este rincón de la red que, probablemente, nunca visitarán. La fama de nuestro escritor, y todo el espectro de sentimientos que le profesamos sus descendientes ha dado su nombre a tantas calles, plazas, centros culturales y de enseñanza, que no es raro encontrarnos con noticias como la de hoy: “Otro caso de alumno que golpea a la maestra”, título que bien podría formar parte de uno de sus capítulos prescindibles. Textos que desembocan en nuestra página, productos de un azar pobre e informático con su nombre y apellido como únicas reglas del juego. Si lo hubiera querido hacer, no se me habría ocurrido un homenaje mayor, más surrealista y humorístico, a quien tanto debió y reconoció al azar, esos hilos invisibles que nos traen por las lecturas, las gentes y las geografías.