Creo que hay dos maneras de entender el lenguaje: está el lenguaje de tipo libresco, el lenguaje por el lenguaje mismo, que a mí no me merece ningún respeto (…): la masturbación verbal; como creo que dijo Borges, una forma de “desordenar el diccionario”. Lenguaje masturbatorio en el sentido de la serpiente que se muerde la cola: todo sucede en el plano del lenguaje, sin auténtica correlación objetiva.
El lenguaje que cuenta para mí es el que abre ventanas en la realidad; una permanente apertura de huecos en la pared del hombre, que nos separa de nosotros mismos y de los demás.
Julio Cortázar en Ernesto González Bermejo. Conversaciones con Cortázar. Editorial Hermes. México, 1978.
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